Aunque se trata de una pregunta muy difícil de responder, la forma más breve y sencilla de entenderlo es que los píxeles de una pantalla OLED emiten su propia luz, mientras que los píxeles de una pantalla LCD (entre las que se encuentran las pantallas LED) están retroiluminados o iluminados desde el borde y no emiten luz por sí mismos.
La diferencia, desde el punto de vista del consumidor, es que los OLED suelen tener un mejor contraste y un mejor ángulo de visión, mientras que las pantallas LCD son más brillantes en general, lo que significa que son más accesibles en habitaciones muy iluminadas y muestran mejor el color a niveles de brillo más altos.
Este es un resumen muy general: los fabricantes tienen todo tipo de tecnologías a medida que varían en gran medida el rendimiento de sus pantallas, por lo que siempre vale la pena leer detenidamente las especificaciones de cualquier televisor antes de comprarlo.